jueves, 13 de marzo de 2008

El Mundo de Gielver: Shirle

El Desierto de Shirle es muy grande, y ocupa todo el centro de la Península. Es una basta extensión de arena dorada y rojiza, cruzada por el río Lesal en el centro-oeste y por el Satiphon al este, que desembocan en el Mar del Sur. Entre ambos ríos, hacia el sur, se encuentra lo que los estudiosos de Gielver llaman "Gran Abismo", que es precisamente eso: un inmenso cañón sin fondo (sin-fondo, repito) cuyo lado más estrecho mide nada menos que setecientos cuarenta metros, y el más amplio casi tres kilómetros y medio. Está en medio de una zona árida y llana, es un mar de arena resplandeciente como el fuego y donde hay muy pocas posibilidades de sobrevivir. Además, de noche no se ve nada si no hay luna llena, y no son pocos los que se han despeñado por el Abismo. Como accidentes geográficos interesantes, destacan las Dunas Errantes, que son un grupo de dunas que, como dice el nombre, se mueven con los días por la acción del viento, pero siempre reaparecen, por lo que, aunque parezca que se muevan, en el fondo son dunas estáticas. Además, entre ellas está el misterioso nacimiento del río Lesal. Al pie de las mismas se encuentra Shintra, una pequeña ciudad donde habitan humanos de raza negra, sedentarios, que aprovechan el recodo del río y la sombra de las dunas para sobrevivir, y además han conseguido crear algunos campos de cultivo y manejarse con la ganadería menor. A lo largo de las orillas del Satiphon y el Lesal se agrupan tiendas y caravanas de humanos de raza árabe que viven en comunidades nómadas, y son los principales encargados del comercio. Hay pocas criaturas en este lugar, a parte de un tipo de felino de dientes de sable que vive en los alrededores de los ríos, y los humanos que se an adpatado al desierto. Sin embargo se habla de la posible existencia de las llamadas comúnmente "víboras" o "lombrices", que son una subespecie de dragones que no lanzan fuego y carecen de alas y ojos, miden entre veinte y treinta metros de longitud y tienen cuatro patas que recuerdan a las mantis religosas. Su cabeza en forma de pico y ciega tiene unos impresionantes receptores de ultrasonidos, por lo que esun excelente cazador, y vive bajo tierra y en ausencia de agua durante días.

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